“…cuanta más memoria personal volcamos en los dispositivos y en la Nube, más expandimos nuestra identidad fuera de nosotros y más probabilidades existen de incrementar esa ansiedad por la desconexión, puesto que supone perder buena parte de nuestra memoria y de lo que somos.
Nuestros dispositivos se han convertido en los principales lugares para crear, almacenar y compartir nuestros recuerdos. La realidad personal resulta imposible de entender sin ese entorno online. Ahora somos lo que compartimos, lo que nos comentan, lo que nos valoran. Lo más íntimo y personal, que ayuda a configurar nuestra identidad, se expone a los demás, haciendo que la fortaleza de esa identidad dependa en alguna medida de lo que los otros opinen, aumentando nuestra dependencia e inseguridad.”
Cita extraída del libro Insatisficción. Cómo necesidades ficticias crean insatisfacciones ficticias. Publicado por la editorial Oberón, del Grupo Anaya.